vía think progress

"Se me vence el alquiler y lo estoy pasando mal. Estoy sudando balas tratando de llegar a fin de mes por aquí", dijo Tanya Forister, una conductora de Uber a tiempo completo en Tampa, Florida. "He tenido que trabajar el doble para ganar la mitad de lo que ganaba antes".

Forister es uno de los cientos de conductores de todo el país que protestan contra los recortes de tarifas de Uber en enero como parte de su campaña "Beating the Winter Slump" en más de 100 ciudades para aumentar el número de usuarios.

Cuando Forister, madre soltera de 49 años, empezó a trabajar para Uber en abril, fue un regalo. Ganaba entre 700 y 800 dólares a la semana y había mejorado su coche para poder llevar a más pasajeros con Uber XL. Las cosas iban bien.

Pero desde los recortes de precios de enero, Forister lucha ahora por ganar 350 dólares a la semana, y las semanas de 40 y 50 horas que trabajaba antes no le dan para tanto.

"Si tuviera el honor y el privilegio de conseguir un trabajo normal, lo haría. Estoy harta de estar en la cola del paro", afirma Forister, que padece problemas crónicos de salud, entre ellos insuficiencia cardíaca, que requieren frecuentes estancias en el hospital y le impiden tener un trabajo normal.

Según una encuesta informal organizada por la plataforma en línea Coworker.org, el 60 por ciento de los conductores de Uber se planteó abandonar la aplicación debido a la reducción de tarifas y el 18 por ciento ya ha dejado de conducir para Uber. Doscientos sesenta conductores de 63 ciudades fueron encuestados tras firmar la petición de un salario justo a Uber en Coworker.org. La petición, iniciada por Desmond Clark, conductor de Uber y manifestante de Tampa, cuenta con más de 1.200 firmas.

CRÉDITO: THINKPROGRESS/DYLAN PETROHILOS

"Estoy enviando currículos a diestro y siniestro, en cuanto puedo sacarlos", dijo a ThinkProgress Julie, una conductora a tiempo completo de Columbus (Carolina del Sur) que utilizó un seudónimo por miedo a represalias. Debido a los recortes de tarifas, "la gente no conduce, pero yo no puedo dejar de hacerlo", afirma. "Hasta que consiga otro trabajo, esto es todo lo que tengo".

Según Julie, los recortes del 35% han pasado factura. Julie, de 57 años, ganó 36 dólares en los últimos tres días y ha estado ganando una media de 4 dólares por hora -después de que Uber aplique su recorte- desde que entró en vigor el programa "Winter Slump" de la empresa. Al menos la mitad de los conductores de Uber dicen que los recortes de precios les están costando 100 dólares semanales o más en ingresos, dijo el director de la campaña de Coworker, Tim Newman.

En una entrada del blog de Uber en la que se anunciaban las nuevas tarifas más bajas, se afirmaba que esta medida animaría a más usuarios a utilizar la aplicación y, al mismo tiempo, aumentaría los salarios de los conductores. "Aunque la fijación de precios es una ciencia, cada ciudad es diferente: diferentes circunstancias económicas, diferentes regulaciones, diferente competencia... Con cada nueva prueba -pequeña o grande- aprendemos más sobre las decisiones que toman los usuarios y cómo esas decisiones afectan a los ingresos de los conductores".

Los conductores en Boston han visto un aumento salarial del 27 por ciento por hora de 2013 a 2015, Washington, DC vio un aumento salarial del 17 por ciento, y los conductores de Los Ángeles obtuvieron un modesto aumento del 6 por ciento, según los datos que Uber proporcionó a ThinkProgress.

Uber sostiene que si los recortes de precios no funcionan o se vuelven insostenibles, las tarifas volverán a su nivel anterior. En 2015, la empresa redujo una tarifa del 40% al 29% en Charlotte, y revirtió por completo los recortes de precios en Seattle "porque quedó claro que los precios eran lo suficientemente bajos, y los beneficios se han mantenido estables desde entonces", escribió un portavoz de Uber a ThinkProgress en un correo electrónico.

Pero los conductores desconfían de la posibilidad de que las tarifas se recuperen una vez recortadas. "[Uber] sigue diciendo que es temporal, pero cuando bajaron [las tarifas] el año pasado, dijeron que era un especial temporal de primavera", dijo Forister, refiriéndose a una caída de tarifas del 20% en Tampa en abril de 2015 que no repuntó. "El chiste habitual entre los conductores es que es temporal hasta que vuelvan a bajar el precio".