Nos oponemos rotundamente a que la ciudad de Seattle, el estado de Washington o cualquier jurisdicción local permita que los robotaxis circulen por nuestras vías públicas sin operadores de seguridad humanos.

Los robotaxis son inseguros, no están probados, son discriminatorios, matan puestos de trabajo, son impopulares e innecesarios. Instamos a los reguladores a que denieguen los permisos a los robotaxis, regulen adecuadamente y exijan operadores humanos de seguridad en los vehículos, y dejen a nuestra región fuera de la lista de lugares que permiten que un experimento empresarial innecesario y peligroso se desarrolle en la vía pública. Lea la carta completa aquí.