Business Insider ha informado hoy de lo siguiente :
La comisión laboral de California ha dictaminado que los conductores de Uber son empleados, informa Reuters.
La decisión se tomó después de que una conductora de San Francisco, Barbara Ann Berwick, presentara una demanda contra la empresa. La comisión se puso de su parte en gran medida porque consideró que Uber estaba "implicada en todos los aspectos de la operación".
Uber ha recurrido la sentencia.
Ahora mismo, Uber apenas tiene costes, aparte de sus más de 1.000 empleados en su sede de San Francisco. Uber se lleva un porcentaje de cada viaje (20-30%). No contrata a conductores, simplemente conecta la oferta (solicitudes de los usuarios en su aplicación) con la demanda (conductores autónomos contratados que vagan por ahí y han aceptado asociarse con Uber).
Si esta sentencia se mantiene, Uber no será sólo una empresa de logística que imprime dinero, al menos en California. Los costes de explotación se dispararían. Uber tendría que plantearse seriamente reducir el número de conductores que tiene como socios y ofrecerles prestaciones a todos.
Los empleados son caros; las empresas tienen que pagar impuestos a la seguridad social y al seguro médico por cada empleado, entre otras cosas, según Hacienda. No tienen que hacer nada de eso por los contratistas independientes. Además, los conductores tienen que sufragar ellos mismos muchos de sus gastos, como la gasolina, el mantenimiento del coche y el seguro, aunque Uber ha empezado a ofrecer ventajas para compensar algunos de estos costes.
Tengamos en cuenta que esta sentencia es sólo en California. Uber, valorada por última vez en unos 50.000 millones de dólares, tiene más de un millón de conductores en todo el mundo. Aunque California es el mayor mercado de Uber, la empresa opera en 311 ciudades y 58 países, por lo que se trata de un pequeño porcentaje del negocio global de Uber. Si esta sentencia se limita a un solo estado, los problemas de Uber serán mucho más fáciles de superar. Además, esta sentencia está lejos de ser oficial. Todo esto podría quedar atascado durante años en los tribunales.
Tanto Uber como Lyft han sido objeto de demandas por parte de conductores que piden ser nombrados empleados oficiales de Uber. Las empresas insisten en que sus conductores deben ser contratistas independientes.
Por cierto, esta sentencia no es sólo un gran negocio para Uber y Lyft. Ha habido un montón de startups "Uber para X" que han seguido su estela: la startup Instacart, de 1.000 millones de dólares, por ejemplo, tiene trabajadores contratados que reparten comestibles; la startup Shyp, de 250 millones de dólares, tiene gente normal que envía cosas por correo para los clientes. Si estas empresas, a las que se conoce como la economía 1099, ya no pueden tener trabajadores contratados independientes, todos sus modelos de negocio se irán al garete.
Y si sus modelos de negocio fracasan, serán malas noticias para los inversores, que en los últimos años han invertido cantidades de dinero sin precedentes en empresas privadas.
Sus inversiones han permitido a las startups permanecer privadas más tiempo y evitar salir a bolsa o ser adquiridas. Eso significa que los inversores de capital riesgo y los empleados de las startups no han tenido muchas oportunidades de obtener liquidez.
Así que, aunque Uber es una empresa de 50.000 millones de dólares sobre el papel y los inversores parecen dioses que algún día obtendrán beneficios disparatados, en realidad muchos aún no han recuperado mucho dinero. Este concepto -verter mucho dinero en empresas sin ver un retorno en efectivo- se llama "burbuja seca". Y como tuiteó recientemente Bill Gurly, miembro del consejo de Uber :
"Las burbujas húmedas (1999) son más divertidas que las secas (2015)".
Aquí tienes una copia de la sentencia de Uber, del 16 de junio. Es probable que los coches sin conductor empiecen a parecerle bien a Uber en estos momentos.
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