Sabes que algo va mal en el sector de los alquileres de Seattle cuando un conductor de una empresa de 50.000 millones de dólares como Uber mira su declaración de la renta y descubre que ganó menos de 3 dólares por hora el año pasado.

Pero esa es la realidad a la que se enfrentan trabajadores como Takele Gobena en la nueva "economía gig", mientras intentan ganarse la vida sin tener acceso a los derechos y protecciones básicos de los empleados tradicionales.

Al estar clasificados como contratistas independientes, los conductores de alquiler no tienen capacidad para sindicarse a través de un proceso electoral tradicional de la NLRB, y no están cubiertos por la ley de Seattle contra el robo de salarios, la baja por enfermedad o el nuevo salario mínimo de 15 $/hora.

Afortunadamente, para los conductores del sector de los vehículos de alquiler de Seattle, es posible que se esté preparando una solución. 

Según una propuesta presentada la semana pasada por el concejal Mike O'Brien, los taxistas, los conductores de alquiler y los conductores de empresas de redes de transporte como Uber y Lyft podrían unirse para negociar colectivamente sus salarios y condiciones laborales.

Se trata de una política pionera e innovadora que daría voz a los conductores y un proceso formalizado para abordar sus preocupaciones.

"Creo que esta negociación colectiva que proponen es un gran paso para igualar las cosas...". - Don Creery

"Creo que esta negociación colectiva que proponen es un gran paso para igualar las cosas, ponernos en paridad y hacer que estos empleos sean de clase media", dijo Don Creery, mientras se dirigía a los concejales en una audiencia del comité celebrada ayer para debatir la cuestión en el ayuntamiento.

Creery es conductor de Uber y miembro del consejo directivo de la recién creada App-Based Drivers Association. La asociación colabora estrechamente con Teamsters Local 117 para garantizar que los conductores del sector reciban un trato justo.

La asociación logró revertir el intento de Uber a principios de año de recortar un 15% el salario de los conductores. El grupo también ha ejercido presión en favor de los derechos de los conductores en Olimpia.

Pero el acceso a los derechos de negociación colectiva podría cambiar las reglas del juego, no sólo para los conductores de alquiler en Seattle, sino para los contratistas independientes de todo el país.

Permitiría al creciente número de trabajadores explotados por empresarios sin escrúpulos en la nueva economía conseguir unas condiciones de trabajo seguras y ganarse un salario digno.